jueves, 13 de marzo de 2014

Crecimiento y factores que limitan el mismo


La marihuana crece mejor en suelos fértiles y con un buen drenaje, aireados y con suficiente cantidad de agua. Necesita mucha luz y una atmósfera cálida y aireada. Si quisiéramos reducir la complejidad de factores en cuatro limitantes y fundamentales, elllos serían. LUZ, AIRE, AGUA Y SUELO (medio donde se desarrollan sus raíces). Las plantas crecen y se mantienen vivas usando. Energía de la luz para producir alimento y energía biológica para crecer. Dióxido de Carbono (CO2) y oxígeno del aire. Agua del aire y del suelo. Minerales (nutrientes o fertilizantes) absorbidos del sol.


Estos factores funcionan como un eslabón de una cadena, cuando una falta, no hay nada que los otros puedan hacer para remediar su ausencia. Si no hay suficiente luz, de nada sirve que haya abundante agua o el suelo sea fértil, el crecimiento se detiene de todas formas. Igualmente, si el suelo es compacto, poco aireado, y sin drenaje, por más que la planta reciba luz, aire y agua, nunca podrá absorber los nutrientes necesarios y por tanto no crecerá. Nadie puede saber exactamente cuando estos cuatro factores están en perfecto balance, pero un buen cannabicultor, debe desarrollar esa sensibilidad a partir del conocimiento, la práctica y por qué no, un buen instinto.

A menudo, cuando no existe sensibilidad para proveer lo que la planta necesita, se sobreactúa equivocadamente provocando una respuesta aún peor a la que ya se presentaba. Muchos novatos tienen tendencia a creer que los problemas de crecimiento siempre tienen que ver con la falta de agua o algún nutriente importante. Por eso sobreriegan y aún peor, sobrefertilizan. Algo que siempre aconsejo es ante la duda, es ir probando siempre en menor escala de lo que se aconseja para el caso, si comienza a resultar, comenzamos a perfeccionar, si en cambio estábamos equivocados, los resultados serán probablemente reversibles y no letales, deberíamos buscar en otra dirección.

Conocer estos factores limitantes es ir descartando causas cuando se presentan problemas. Cuando podemos manejar estos factores a la perfección y en total armonía, se reduce tiempo, trabajo y gastos. Estas increíbles plantas, siempre nos dicen que es lo que anda mal. Hay que intentar ponerse en su lugar y sentir que es lo que está sucediendo. Es fundamental entender como la planta produce su alimento y crece.

Cuando la semilla germina, surge la raíz principal hacia abajo, y, en dirección opuesta, surge un brote con el par de hojas redondeadas en busca de la luz. Pequeñas raicillas que surgen de la raíz principal absorben las sustancias químicas necesarias para la vida; el agua y los nutrientes. La raíz principal, a su vez, afirma a la planta como su fuera la estructura subterránea de un gran edificio. A medida que las raíces se van desarrollando, comienzan a ejercer diversas funciones específicas. Por el corazón de la raíz principal y porciones más antiguas existe un sistema de transporte de agua capaz de almacenar alimento. Las raicillas que se desarrollan desde la raíz central, absorben agua y nutrientes en presencia de Oxígeno llevándolo a través del tallo hasta las hojas. Cuando el agua está ausente, si el calor es extremo, o , las concentraciones químicas son altas y adversas, se produce el deceso de estas diminutas raicillas o delgados folículos que sostienen la salud de la planta. La luz y las manazas también pueden dañar estos cabellos a la hora de efectuar transplantes.

En dirección opuesta a la raíz principal, en la superficie, continúa el tallo, el cual también desarrolla ramas, hojas y flores. El mismo es el encargado de distribuir el agua y los nutrientes que absorben las pequeñas raicillas a estas ramas y hojas. Las hojas, a su vez, producen azúcares que son distribuidos alrededor de la planta pasando por el tallo. Los mismos circulan por una capa cercana a la superficie del tallo, por lo que no hay que presionar nunca las plantas con alambres.

El tallo se mantiene rígido gracias a la celulosa que produce en sus paredes interiores. El viento activa esta producción hormonal tendiente a fortalecer la rigidez de la plantas. En interiores, las plantas necesitan el flujo constante de un ventilador la 24 horas si es posible. Muchos cultivadores de interiores atan o colocan redes en las plantas para complementar la falta de rigidez o celulosa en los tallos. Cuando las plantas maduras están repletas de capullos y enormes colas, el peso que soportan es considerable, haciendo que las ramas y tallos se doblen fácilmente si no contienen mucha celulosa o con sujetadas apropiadamente.

Cuando las hojas se expanden, empiezan a producir carbohidratos (alimento) gracias a la clorofila. Esta transforma el CO2 del aire, agua y energía lumínica en carbohidratos y Oxígeno, en un proceso llamado FOTOSÍNTESIS. Este proceso, requiere agua succionada desde las raíces y llevada a través del tallo hasta las hojas donde se encuentra con la presencia del CO2, se produce gracias a pequeños poros situados en la parte posterior de cada hoja llamados ESTÓMATA o Estomas. El tejido interno de cada hoja debe mantenerse húmedo para que la fotosíntesis suceda. Estos poros se abren y cierran de forma constante para regular la humedad evitando de esa forma que las plantas se deshidraten. Las hojas además presentan una delgada piel exterior que ayuda a prevenir a la hoja de secarse. La estómata permite el flujo exterior del vapor de agua y consume oxígeno.

En exteriores, el viento y la lluvia mantienen a la estómata limpia y bien aireada. Es importante someter a las plantas a ráfagas constantes de viento con ventiladores y bañarlas a menudo con agua tirada en un spray principalmente por debajo de las hojas, para mantener estos poros limpios y aireados sin que se congestionen con polvillo.

Fuente sacada de: Alberto Huergo - Sativa Cultivo Interior 

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