martes, 25 de febrero de 2014

El aceite de cáñamo podría ser beneficioso para la salud

Una alimentación cardioprotectora. Las grasas saturadas y los ácidos grasos monoinsaturados son el 12 por ciento del aceite.


Con un na alimentación cardioprotectora, más algunas sustancias químicas vegetales que reducen la presión sanguínea, el aceite de cáñamo podría ser beneficioso para la salud con una alimentación cardioprotectora, según asegura un equipo de España.

Los autores analizaron la composición del aceite extraído de Cannabis sativa o cáñamo industrial, un primo de la marihuana, pero con muy bajos niveles de la sustancia química que proporciona el efecto de la droga.

"Es un estudio interesante que aporta información nueva sobre las sustancias bioactivas de la semilla de cáñamo que podrían reducir el colesterol y tener un efecto antiaterogénico", dijo Grant Pierce, director ejecutivo de investigación del Hospital St. Boniface, Winnipeg, Manitoba, Canadá, y que no participó del estudio.

"La C. sativa L., una hierba que crece todos los años, es más conocida por sus flores largas y delgadas con hojas en pico. Es nativa de Asia occidental y central, y se cultiva comercialmente en Europa, algunas partes de China, Japón, Canadá y Estados Unidos", escribe en Journal of Agricultural and Food Chemistry el equipo de María Angeles Fernández-Arche, investigadora especializada en farmacología de la Universidad de Sevilla.

Las semillas de cáñamo contienen altos niveles de vitaminas A, C y E, minerales y fibra. Su aceite posee una composición interesante de ácidos grasos poliinsaturados, según explicó Fernández-Arche por e-mail, por su relación óptima 3:1 de omega 6 y 3.

El equipo analizó el perfil de ácidos grasos del aceite de semillas de cáñamo y observó que los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, por su nombre en inglés) eran el 75 por ciento del aceite. Los PUFA incluyen a los omega 6 y 3, que son las sustancias que se encuentran en algunas carnes y los aceites de lino y pescado.

La elevada cantidad de un ácido graso omega 3, el ácido linoleico alfa, "tendría efectos nutricionales y fisiológicos favorables para la prevención de la enfermedad coronaria y el cáncer", escribe el equipo.

Las grasas saturadas y los ácidos grasos monoinsaturados son el 12 por ciento del aceite.

Una relación elevada entre las grasas poliinsaturadas y saturadas está asociada con la reducción de los niveles de colesterol y aterosclerosis, de modo que, para los autores, las proporciones observadas en el aceite de cáñamo podrían prevenir la enfermedad cardíaca.

Además, detectaron sustancias químicas vegetales, como beta sitosterol y campesterol, que están asociados con una reducción del riesgo de infarto y del colesterol LDL o "malo". Los esteroles disminuyen la inflamación y retrasan el avance de la aterosclerosis, según explica el equipo.

Este estudio aún no prueba que el aceite de cáñamo proporcione beneficios clínicos, algo que exigirá estudios sobre seres humanos. Pero Fernández-Arche comentó que con su equipo está estudiando "el efecto del consumo de ese aceite y que los primeros resultados en animales de ese efecto en el estrés inducido son muy promisorios".

Sobre el cáñamo, Pierce dijo que "posee varias sustancias bioactivas potencialmente importantes que podrían ser beneficiosas para la salud cardiovascular. Es una semilla y un aceite muy saludables para el corazón".

Explicó que el aceite contiene menos ácido oleico que otros aceites saludables para el corazón, como el de oliva o de canola, y agregó que los estudios con animales demostraron su capacidad de reducir la formación de coágulos que provoca el infarto.

"En nuestros experimentos con animales, la semilla de lino proporcionó efectos cardiovasculares más potentes que la semilla de cáñamo -dijo-. Además, detectamos que la semilla de lino proporciona reduce la presión de manera más significativa en ensayos con seres humanos." (Ver noticia de Reuters Health del 1 de noviembre del 2013 en http://reut.rs/1ofMCnA).

Pero, para ser justos, aseguró que la semilla de cáñamo aún no cuenta con estudios similares sobre seres humanos.

FUENTE: Journal of Agricultural and Food Chemistry

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